El amor, energía universal no conoce de tiempo ni edad. Tras unos años de enviudar, Amalia y Roberto no podían imaginar que sus encuentros en el cementerio acabarían despertando mariposas en sus estómagos. Pero, desafortunadamente un problema de salud obliga a Amalia a abandonar su pueblo natal, Nieva de Cameros, y trasladarse a la ciudad con su hija.