Octubre Corto ha dado con el guion perfecto para una película que tiene varios capítulos que recorren casi un siglo de la historia del cine en nuestra ciudad.
La historia se remonta a 1927. En una casa palacio de Arnedo una mano anónima rueda con una pequeña cámara escenas familiares y a unos niños que actúan. La cámara es toda una novedad
para la época, se trata de la Pathé Baby, manejable y asequible para una persona aficionada al cine.
Muchos años más tarde un descendiente de esa familia, Pepe Sopranis, encuentra en su casa una caja que contiene fotos antiguas, la vieja cámara y aquella olvidada película. Identifica a los personajes, entre otros su propio padre, fantasea con que quizás fuera su abuela, María Salto Cortés, la que estuviera detrás de la cámara porque la recuerda como una gran aficionada al mundo del cine y la fotografía. Entusiasmado con el hallazgo contacta con Octubre Corto: tiene entre manos la primera película rodada en Arnedo y quiere compartirla.
En esta ocasión la segunda parte es también buena. Desde el festival se genera un proyecto multidisciplinar que ahora mostramos. En primer lugar veremos la película original restaurada y con un montaje acompañado por la música creada por el arnedano Pablo Muro, a la manera en que se exhibían aquellas lejanas películas del cine mudo. Después, se mostrará un documental titulado Un
jardín de cine, dirigido por Augusto Olarte, incansable colaborador del evento y uno de los máximos y mejores cinéfilos de la localidad. El documental se ha creado en base a los tres ejes fundamentales de la cinta y para ello ha contado con el propio Pepe Sopranis para situar a los personajes; con la historiadora y profesora de la Universidad de La Rioja Minerva Sáenz para hablar de la historia de la familia Sopranis y de su casa palacio en Arnedo, y con Bernardo Sánchez, guionista e historiador de cine, para entender más sobre la propia cámara que hizo posible la grabación. Por último, con la mirada particular del director barcelonés, Juanjo Giménez, ganador de varios premios en nuestro festival, se ha originado una pieza creativa, es decir, se ha revisado la película desde un punto de vista más artístico y experimental. El resultado ha sido un corto titulado Superposiciones en el que hace un paralelismo con las imágenes originales y la vivencia de la guerra. Y como colofón esta exposición, que se completa, además de con todo el material ya descrito, con la cámara, el proyector Pathé Baby y los carretes originales, libros, afiches… La idea es ofrecer un vehículo de inmersión donde todos podamos viajar al pasado del cine y, en definitiva, a nuestro propio pasado.
Un espacio de convivencia donde se reúnen todo tipo de profesionales y de agentes que aman el cine, actividades que conciernen a toda la localidad, búsqueda de nuevas perspectivas para abordar el apasionante mundo de las películas, mirada al pasado… Octubre Corto vuelve este año con las mismas ganas de aprovechar todas las oportunidades que hagan posible disfrutar de un festival
que llena de días de cine Arnedo.